viernes, 10 de diciembre de 2010

Los realities

Me imagino que todos sabemos a qué me refiero: a esa desgracia televisiva en donde unos extraños se exponen públicamente, pasan por toda suerte de pruebas, con el único fin de ganar algún premio, generalmente económico. El tema se me vino a la mente en estos días gracias a una amiga que comparte la misma pasión por este grandioso género, especialmente porque en la actualidad en Colombia se está pasando –de nuevo- una versión de “protagonistas de novela”, claro que se llama ligeramente diferente. No lo he visto detenidamente, la única vez -para ser honesto- durante una noche en mis vacaciones recientes en donde en el televisor que estaba a mano solamente entraban los canales nacionales y… vaya, sigue siendo la misma estupidez de siempre…. ¿Me imagino que se acuerdan de la famosa frase: “yo te amenazo porque…”?… y desconozco las capacidades “actorales” de quienes estén participando, pero de seguro el resultado será similar al de unos años atrás cuando ganó un tal Jaider, del cual –por fortuna- jamás volvimos a saber ni ver en la televisión… en fin…

Claro que admiro la personalidad de quiénes se someten a ese escarmiento y también me compadezco de ellos por hacerlo … y bueno, por supuesto, también me compadezco de las pobres almas que sagradamente se sientan frente al televisor todas las noches para ver a su nuevos ídolos sufrir por ellos…

Son muchos los formatos que se han inventado a partir de ese burdo experimento con el que incursionó MTV a inicios de la década de los 90 y que posteriormente se consagró en un nuevo formato como “El Gran Hermano” (¿recuerdan esa voz en off que sepulcralmente decía: “habitantes de la casa: les habla el gran hermano”, haciendo un triste remedo de la gran obra de George Orwell “1984”?). Afortunadamente no todos los formatos han llegado a nuestro país, o al menos no en forma de producción nacional… claro que, ¿gracias? a la televisión por cable tenemos la “dicha” de poder ver de todo, de otros países…

Y admito que no siempre son malos. Sirven para poder llenar los huecos de la cultura general que uno puede tener. Por ejemplo, me acuerdo de un capítulo de “Los Simpsons” de unos años atrás en donde viajaron al Japón y se quedaron sin plata y su única opción fue la de participar en un concurso de televisión nipón donde tuvieron que hacer cualquier cantidad de salvajadas ante la risa complacida de los espectadores, del presentador y de los jueces hasta que finalmente pudieron obtener su tiquete de regreso a su país. El capítulo fue hilarante y admito que realmente no lo había entendido completamente hasta que en estos días tuve la fortuna de ver un episodio de un reality de los EEUU que se llama “I Survived a Japanese Game Show”… y gracias a esa emisión se me llenó ese vacío de cultura que tenía y entender el capítulo de Los Simpsons y –lo que es peor- entender que no estaban exagerando para nada: es una barbaridad la mano de cosas que hacen, y como reacciona el presentador y los jueces y el público… en fin…

Además de los anteriores, un listado rápido, al menos de los que me acuerdo, haber escuchado o visto la publicidad e –infortunadamente- algunos episodios esporádicos en Colombia:
  • Expedición Robinson, que también se manejó como La isla de los famosos y como El Desafío…
  • La Granja
  • Las pop-stars (cariñosamente también llamado las popó-stars)
  • Factor X y su “hijito” Factor XS
  • Bailando por un sueño
  • Frente al miedo (el “Fear Factor” de otros países, pero bien a la criolla, incluido el presentador…)
  • El aprendiz

Y lo más triste en nuestro país es la mediocre suma de dinero por la que los participantes colombianos se someten a los vejámenes de los productores de turno. Porque hay que admitir: en otros lares al menos obtienen una buena cantidad de plata (¡de varios cientos de miles de dólares!), pero acá lo hacen por nada: revolcarse en heces y comer carne descompuesta, por ejemplo, ¿para optar por diez millones de pesos? Muchas gracias, pero no…uff…

Pero estos realities que mencioné, por supuesto, no agotan la materia… al menos la fecal que aparentemente tienen en vez de cerebro algunos directores de estos shows. Han incursionado en todos los campos: en el deporte (buscando un nuevo crack de fútbol), en la culinaria (¿han visto “Hell’s Kitchen”?), en la salud (verdaderos “hipopótamos” tratando semanalmente de bajar peso parándose sobre una “balanza de la verdad” para verificar que bajaron los 30 gramos que se habían comprometido) , en la recomposición estética (¿se acuerdan del “cambio radical” de Higuita? ), en el modelaje (la siguiente top model) , en el amor (¿les suena el de unas señoritas que competían para ver cuál era la más zorra y se quedaba al final con un codiciado y rico soltero que, a la postre resultó ser un modesto mecánico de un taller?), …y hasta en hacer el amor (así se rían, el otro día casi no lo pude creer cuando en un canal - y aclaro que no era un canal xxx- estaban pasando apartes de un reality para encontrar una nueva estrella porno…)… en fin…

Hay para todos los gustos. Y si los hay, por supuesto, es porque los ven. Sorprende ver que algunas personas se encuentran alienadas de la realidad gracias al reality de moda. Por ejemplo, el país en este momento está atravesando por una de sus peores catástrofes invernales en muchos años y hablando con alguien el otro día le expresaba mi indignación por la inundación. Y me respondió: “sí, es terrible lo que le pasó al pobre Cristian” – “¿Cristian?” pregunté, tratando de ubicar algún drama reciente con un damnificado con ese nombre… “Sí, Cristian, el de Protagonistas de nuestra tele… un desgraciado le inundó la cama con agua y el pobre no pudo dormir toda la noche”...

En fin… ¡Que tengan un feliz fin de semana!


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