miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sobre el soborno y otras desgracias

Ayer la corporación Transparencia por Colombia [1] publicó los resultados de la “Segunda Encuesta sobre Prácticas contra el Soborno en Empresas Colombianas” [2], estudio realizado en conjunto con la Universidad Externado de Colombia.

Los resultados de la encuesta completa se pueden leer y descargar en su sitio institucional y vale la pena leerlos –de seguro reveladores para algunos lectores de mi blog- . Me llamaron la atención dos frases –que cito textualmente del documento oficial-:

- En la Primera encuesta, el 91% de los encuestados percibía que los empresarios ofrecían sobornos en sus relaciones de negocios; en la Segunda encuesta, el porcentaje aumentó al 93% [3]; y

- Detener este fenómeno requerirá tiempo y un compromiso decidido de los empresarios, el gobierno y la sociedad civil [4].

Me atrevo a formular, en ese contexto, la siguiente pregunta: ¿qué percepción tenemos nosotros? ¿Creemos que alguien cercano a nosotros está ofreciendo las famosas coimas para salir adelante? Y bueno: no quiero aventurar resultados, pero… en fin… así somos nosotros los colombianos dirán algunos… si yo no lo hago, otros lo harán… y bla, bla, bla…

Pero no quiero entrar a escudriñar los valores éticos y morales que puedan tener todos, algunos o ningunos… pero sí lo quiero conectar con algo que –para algunos será un adefesio estadístico-, pero que a me da unas pistas, alarmantes y preocupantes, por demás:

En un campo, aparentemente disconexo, hace 19 años se hacían preguntas similares a personas ajenas a la actividad empresarial. Y nueve años después se volvieron a formular. Y después de eso, jamás se volvieron a preguntar. Me refiero a las encuestas de juventud [5], realizadas –reitero en su momento- entre personas entre los 12 y 26 años [6]. Sorprende ver como en “esas” épocas la situación actual se veía venir:

Ante la pregunta de “las cosas que hace la gente y que se pueden aceptar” salen en el 2000 las respuestas de los que “nunca” se podría aceptar y: un escaso 49% decía que era legítimo copiar en un examen…. (recordemos que estamos hablando de 10 años atrás).

Sobre evadir impuestos o cumplir las reglas no voy a hablar, que es más triste aún...

“Hablar mentiras es aceptable”, que en 1991 apenas era un 28% y en el 2000 fue un 51%!!

Y sobre el soborno a funcionarios: en 1991 un 9% decía que era legítimo, en el 2000 el 13% lo hizo… ¿qué pasó?

Señoras y señores: no quiero sacar conclusiones (para eso hay expertos)… pero igual no hay instrumentos más recientes (¿más de 10 años sin medir resultados actuales? ¿mediocridad de los gobiernos de turno?)…. Me parece que la tendencia está en aumento, muy contra a mi pesar…

En el año 2000 un 9% de los jóvenes dijo que llevarse "algo de un almacén sin pagarlo" era aceptable, en 1991 solo el 7% de los encuestados lo pensó. Y en el año 2000 un 4.7% le hubiera gustado que le enseñaran en su colegio/escuela/universidad sobre ética y valores, cosa que no les estaban enseñando...

En el año 2000 un 13% de los encuestados consideraba que para tener éxito en la vida era importante pertenecer a familias influyentes o conocer personas importantes.... ¿y nos sorprendemos hoy con los resultados de Transparencia por Colombia?

La conexión es fácil: los encuestados en 1991 o 2000 son los empresarios de hoy.... y vaya que han hecho falta las políticas estatales para contrarestar estos resultados... Transparencia por Colombia hoy llama de nuevo la atención que "detener este fenómeno requerirá tiempo y un compromiso decidido de los empresarios, el gobierno y la sociedad civil".... pero, ¿qué hacer si en más de 20 años se sigue sin hacer nada?


[1] http://www.transparenciacolombia.org.co/
[2] la primera versión se efectuó en el año 2008
[3] Yepes López, Gustavo A. Yepes López y otros: “Segunda encuesta nacional sobre prácticas contra el soborno en empresas colombianas - –Resultados–“, Corporación Transparencia por Colombia, pag 52,
[4] pag 6., op cit
[5] “Los Jóvenes en Colombia Expectativas y Realidades”, Instituto de Opinión Nacional, 1991 y Encuesta Nacional de Juventud, Programa Presidencial Colombia Joven, 2000.
[6] tristemente solo los gobiernos Gaviria y Pastrana se interesaron por escudriñar factores clave para fortalecer la sociedad: ni Samper, ni Uribe, ni ….

3 comentarios:

  1. Gracias!... Excelente análisis... Aveces sería más interesante si te metes en la colada... Sí das tu directa opinión y critica...

    Un abrazo fraterno.

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  2. Pocas personas se detienen a hacer este tipo de analisis, la otra pregunta es ¿hasta que punto estamos dispuestos a cambiar en la realidad este tipo de resultados? aún teniendo en cuenta sus posibles consecuencias???

    Fuerte abrazo

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  3. Que buena reflexión. Días atrás el medio para el cual trabajo publicó los resultados sobre este estudio, y decía (en el caso particular de mi ciudad)que Pereira estaba entre las mejores calificadas como transparentes. Esto ya en el orden político y adminsitrativo. Pero como bien dices, los empresarios, incluso, los líderes de hoy, fueron esos jóvenes que respondieron que llevarse 'algo de un almacén sin pagarlo era aceptable'.
    Los instrumentos bajo los cuales se realizan estos estudios en realidad no son claros, o en lo que a mi respecta, no son suficientemente confiables para realizar estas medidas.

    Sería excelente realizar estas encuestas a la juventud de nuevo. ¿Qué carajos podré ver en los próximos 20 años?

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